En la época pre hispánica la mayor parte de lo que hoy es Tumán estuvo posiblemente ocupada por los campesinos del curacazgo de Cinto. A fines del siglo XVI, década de los 90. Alonso Mingolla era dueño de cinco estancias en el valle Lambayeque entre las que se encontraba la de Picsi. A fines del siglo XVII, la Hacienda San Francisco de Borja de Tumán se dedicaba a la producción de azúcar, como propiedad de la Congregación religiosa de los Jesuitas, quienes el 23 de Abril de 1709 compraron el fundo Chongoyape, anexándolo a Tumán. De esta manera, en 1786, Tumán era la hacienda azucarera más grande de Lambayeque, contando con 180 esclavos y 4 trapiches.
Al ser expulsados los Jesuitas, paso a la corona española bajo la administración de arrendatarios o concesionarios. Por esta etapa Tumán y otras haciendas atravesaron una crisis, reflejo de los levantamientos campesinos anticoloniales en el Perú y América Latina y la baja del precio del azúcar.
Entre otras personas, entre finales del siglo XVIII y primeros años del siglo XIX, la hacienda paso a la administración de Sánchez Navarrete, Nicolás Lecuona y José Antonio de las Muñecas; y, entre las décadas del 30 y 60 del Siglo XIX, Pedro Buenaño y su hijo Diego Buenaño Regalado.
El 25 de mayo de 1872, compró la hacienda Mariana Barreda de Pardo, cuya familia, con el capital procedente del guano, impulsó la primera modernización de la producción azucarera de la República, con la introducción de máquinas a vapor. A la vez, el sistema de "enganche" reemplazo al de coolíes semiesclavos; pero este breve florecimiento fue ensombrecido por la guerra con Chile, que llevó a la disminución de la producción.
En 1907, se constituyó la "Negociación Azucarera Tumán" liderada por la familia Pardo-Barreda, experimentándose un nuevo impulso a la modernización y aumento de la producción, que se prologó hasta después de la primera guerra mundial; consiguientemente, el territorio de Tumán creció con la anexión de La Calerita y Rinconazo en 1925, para luego experimentar una caída por la crisis de 1929, que se prolongaría hasta 1935.
En 1940, en un nuevo proceso de modernización, Tumán aumentó a 4 molinos de caña y, con el apoyo técnico de la firma inglesa Then Milres Watson Company, construyó un nuevo edificio para el ingenio azucarero. Asimismo, adquirió las haciendas San Miguel o La Carbonera y Bellavista (1941), llegando a contar con 5,200 hectáreas de caña propia, 2,750 hectáreas de caña de fundos vecinos y 3,650 trabajadores en 1968.
En la década de 1960, los llamados "Barones del Azúcar" le dieron un nuevo impulso a la agroindustria azucarera, introduciendo nueva técnicas que aumentaron la productividad.
Por su parte, en el correr de la primera mitad del pasado siglo, los trabajadores han tratado de organizarse para defender sus derechos; en 1915, formaron la primera organización mutualista "Centro Obrero de la Unión"; y, en 1922, la "Sociedad de Auxilios Mutuos Unión Progreso". Además hicieron repetidos intentos por constituir una organización sindical en 1930, 1939, 1945 y 1962; pero la patronal, una de las más retrógradas del Departamento, con sus soplones y el apoyo de las "fuerzas del orden" que siempre actuaron como guardianes de los hacendados, aplastaron los intentos organizativos.
En los años previos a la Reforma Agraria, la Negociación Tumán era una moderna empresa capitalista con 180 millones de soles de capital, de los cuales el 61% era extranjero y el 39% nacional.
Además, la familia Pardo tenía inversiones en 7 inmobiliarias, 2 bancos, 10 establecimientos industriales, 3 compañías de seguros, 1 compañía minera y 3 casas comerciales. Era, pues, representante típico de la gran burguesía ligada al agro, industrias, finanzas, comercio y al capital imperialista norteamericano.
EXPROPIACION DE LA HACIENDA Y ADJUDICACION A LA COOPERATIVA.
La Empresa Tumán en 1968 fue afectada por la Reforma Agraria, mediante Decreto ley 17716 (Ley de Reforma Agraria), denominándose "Negociación Tumán S.A.", con 5,342 hectáreas cultivadas y distribuidas como se aprecia en el.
La hacienda Tumán fue intervenida por el Estado el 26 de Junio de 1969 y afectada con fines de Reforma Agraria, por Decreto Supremo No. 270-69-AP., de fecha 19 de Diciembre de 1969 se aprueba la afectación del Complejo Agro - Industrial de la "Negociación Tumán S.A." con un área total de 8,541.94 Hás.. Además, fueron afectados los fundos Luya y Vista Florida, ambos de la sociedad Viuda Dall’orso. El pago del Estado a los expropietarios se hizo por la valorización de los activos expropiados (S/.624’581,918), menos descuentos por beneficios sociales a los trabajadores (S/.107’270,644) y el descuento por otras deudas (S/.26’163,307), resultando un pago neto a los expropietarios por S/.491’148,000. Cancelatorios en efectivo (S/.3’111,000), y en bonos C (S/.1’040,000).
El 19 de Enero de 1970 la Dirección General de Reforma Agraria y Asentamiento Rural (DG-RA-AR), dispone por Resolución Directoral, No. 430-70-DG-RA, la adjudicación a favor del Complejo Agroindustrial Tumán.
Una vez completada la expropiación, la adjudicación a la cooperativa se hizo el 19 de junio de 1970, por Resolución Directoral 439-DGRA, según la cual los trabajadores debían asumir la llamada deuda agraria de S/.853’463,955, compuesta de los bienes adjudicados (S/.486’755,016) más los intereses por 25 años (S/.366’681,939).
Lo que quedaba por pagar de esta deuda fue condonada por la disposición estatal de 1979, pasando la cooperativa a ser propietaria legal de la tierra y demás bienes.